Las navidades ya están aquí. Y no, no estoy tan ilusionada como otros años, no me van a regalar nada y no, no me importa. Los días no están tan helados y aún puedo dar patadas a las hojas de camino a casa... llegar a casa es un infierno, salir de ella; un alivio.
Hemos puesto el árbol de navidad hace unas horas, me he alegrado ya que pensaba que este año no lo pondríamos.
No son Navidades amargas, simplemente diferentes. Voy a hacer todo lo posible para que no sean así... no soy buena consolando, pero doy lo mejores abrazos del mundo.
Aunque haya gente que no los haya probado hace ya bastante tiempo. Parece que hable con indiferencia, pero no, me jode.
Cambios. CAMBIOS.Y más cambios...
Mi deseo del 2011 se cumplió, y por eso yo ya no pido nada más.
En realidad, pido el deseo del 2012. Pero es que ese es ya del año que viene, ¿o de este y el otro era del 2010?
No voy a desear que el gobierno del payaso este funcione,ni de que sus reformas y recortes nos hagan creer que un día estaremos bien (?). Ni tampoco que la palabra democracia signifique de verdad libertad.
No voy a desear que no haya más guerra en el mundo ni que me lleve mejor con mis padres.
Ni que vuelva la confianza que algún día perdí en esas personas. Ni la amistad.
No voy a pedir que siga con él el año que viene... no voy a pedir que no vaya a sufrir.
Que no vaya a sufrir.
No voy a pensar en los demás pero tampoco en mí misma.
Yo sé que seré feliz.
Sufra o no.
Sea 2012 o 2030.
Sea por un momento o para siempre.
+ Ahora ya me conozco lo suficiente para saber el porqué.